"Santa" alias 2003 EL61

11.03.2011 18:15

"Santa" alias 2003 EL61 objeto de disputa
El astrónomo Michael Brown y José Luis Ortiz, del Instituto Astrofísico de Andalucía (IAA), protagonizaron una discordia  en 2004. El objeto de la discordia es de hielo, se denomina 2003EL61, está situado más allá de Neptuno y se le calcula un diámetro que podía alcanzar los 1.500 kilómetros. 
Ese cuerpo, muy brillante y por tanto al alcance de telescopios de aficionados, forma parte del Cinturón de Kuiper. El astrónomo español anunció el descubrimiento de la gran masa helada el 28 de julio de 2004 y con ello al astrónomo Brown se le pusieron los pelos de punta: su grupo de investigadores había perseguido el objeto durante meses, pero sin contárselo a nadie. Brown asegura que el 28 de diciembre del año anterior él y su equipo lo habían descubierto y bautizado de forma provisional como Santa.. 
Es fácil imaginar la contrariedad que debió causar a los norteamericanos el adelanto de los españoles, pero aceptaron que habían sido superados poco antes de llegar a la meta. 

¿El objeto más extraño en el Sistema Solar?
Descubierto en el 28 de diciembre de 2004, catalogado como 2003 EL61 y apodado “Santa” por un tiempo, el planeta menor se conoce ahora como planeta enano Haumea, en honor a su descubrimiento hawaiano, es tan grande como Plutón y tiene un tercio de su masa, pero con forma “como de un gran cigarro aplastado”, dijo uno de los astrónomos que estudia el objeto, Mike Brown.
Con esa forma y sus satélites, Haumea es un objeto extraño, pero puede arrojar luz sobre la historia de las colisiones en el Sistema Solar, así como el ambiente primitivo en el cinturón de Kuiper, situado más allá de la órbita de Neptuno.



El giro más rápido
Cuando los astrónomos avistaron por primera vez este objeto, observaron que se hacía más brillante y más débil, con una variación de un 25 por ciento, cada dos horas. Si fuera redondo, esta observación significaría que el objeto rota cada dos horas, una velocidad increíble que lo debería rasgar en pedazos, dijo Brown.
Haumea es el objeto con el giro más rápido en el Sistema Solar. La extraña forma del objeto, parecida a un balón de rugby, es resultado directo de su giro. “Porque esa rotación tira hacia fuera” del ecuador y lo abulta, explicó Brown. 

Satélite sorpresa
Se sabe que varios objetos del cinturón de Kuiper tienen un satélite en órbita alrededor que, se piensa, en muchos casos son cuerpos más pequeños capturados por la gravedad del objeto mayor. Pero fue evidente que el satélite de Haumea, Hi’iaka, no se ajustaba al molde. “Es demasiado pequeño para ser uno de estos objetos capturados”, dijo Brown. Además, está formado por hielo de agua. Esto dejó fuera la posibilidad de que Hi’iaka haya sido un cuerpo que golpeó Haumea y dispersó hielo y desechos en toda la zona.

Gran colisión
Las siguientes observaciones de Hi’iaka determinaron su órbita, y entonces apareció otra sorpresa: un segundo satélite, Namaka. No hay ningún otro objeto en el cinturón Kuiper que se sepa que posee más de un satélite. Namaka es otro producto de la colisión que destrozó Haumea, probablemente en algún momento de la historia temprana del Sistema Solar.  Haumea es un objeto bastante grande y es probable que haya sido afectado por algo igualmente pesado. 
Hi’iaka y Namaka no son los únicos productos de la colisión; hay fragmentos más pequeños que también volaron fuera del planeta enano y que están ubicados en órbitas similares alrededor del cinturón de Kuiper. Estos objetos celestes van desde un tamaño de 160 kilómetros el más grande hasta el de una bola de hielo.

Cubitos de hielo esparcidos
Brown y sus compañeros han encontrado 10 de los trozos más grandes de Haumea dispersos en el cinturón de Kuiper. Seguro que hay otros por aparecer y probablemente ya han sido encontrados otros antes. Estudiar los fragmentos y su distribución no sólo arroja luz sobre la colisión que rompió a Haumea, sino que podría ayudar a los científicos a entender mejor otras colisiones, como la que creó la Luna a partir de una Tierra infante, cuyas evidencias ya se han perdido hace tiempo. Este hallazgo significa que cuando se observen las superficies de otros objetos del cinturón Kuiper, los astrónomos podrán asumir que están buscando en la superficie del objeto real, no el polvo.

Más misterios
Haumea encierra muchos misterios. Su forma exacta no se conoce con precisión. Su estructura interna tampoco se conoce bien. Los astrónomos saben que tiene un núcleo rocoso, pero es incierto si dentro tiene un pesado núcleo de hierro.
El calendario de eclipses de los satélites de Haumea podría ayudar a determinar esto, porque un núcleo de hierro podría causar ciertos cambios en ese calendario debido a su tirón gravitatorio más fuerte. Se planea observar estos eclipses con telescopios con base en tierra en los próximos años. La observación de los satélites de Haumea también ayudará a los astrónomos a determinar la masa del objeto. Gracias al Hubble se observaró una ocultación de los dos satélites de Haumea, un suceso que ocurre sólo dos veces cada 300 años.
El momento del paso de uno de los satélites frente al otro sólo se conoce dentro de una tolerancia de aproximadamente cinco horas. Observaciones como ésta no se pueden hacer con otros objetos del cinturón Kuiper; Haumea es un caso especial. “Haumea es el único ahí fuera donde podemos hacer esto”, dijo Brown.



Opinión personal:
Realizar esta entrada me ha parecido muy entretenido porque en esta ocasión estaba investigando acerca de un objeto que fue sacado a la luz por un astrólogo español, aunque al parecer el famoso Michael Brown (descubridor del planetoide Sedna entre otros objetos estelares) ya tenía constancia de él anteriormente. No se conocen muchos datos acerca de este cuerpo celeste pero pienso que es muy interesante ya que tiene una forma muy extraña y una gran velocidad entre otras cosas. Espero que próximamente se saquen a la luz nuevos datos sobre este objeto.
 

Realizado por: Jesús Castillo Izquierdo