Astronomía Maya
La astronomía maya forma parte de una tradición más amplia compartida por las demás sociedades de esa área cultural, aunque posee ciertas características que la hacen única en Mesoamérica. Una de ellas, la más representativa, es el empleo del calendario de Cuenta Larga, por el que los mayas del Período Clásico pudieron hacer cálculos sobre millones de años.
Los Mayas, Hicieron cálculos exactos, de los períodos sinódicos de Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Calcularon con exactitud, los períodos de la Luna y El Sol y de estrellas como Las Pléyades, a las que llamaban Tzab-ek, y de las cuales creían que eran originarios. El Tzol'kin de 260 días, está basado en el ciclo de 26,000 años de este grupo.
La Vía Láctea era parte central de su Cosmología y la llamaban Wakah Chan, y la relacionaban con Xibalbá, incluso los Kiche' de Guatemala aún la llaman Xibalbá be o camino a el inframundo. Tenían un Zodiaco, basado en la Eclíptica, que es el paso del Sol a través de las constelaciones fijas. Este se encuentra en la Estela 10 de Tikal y la 1 de Xultún, ambos sitios en el Petén, Guatemala y también en el Códice Grolier.
Los conocimientos astronómicos mayas eran propios de la clase sacerdotal pero el pueblo todo los respetaba y conducía su vida de acuerdo a sus predicciones.
Los sacerdotes conocían los movimientos de los cuerpos celestes y eran capaces de predecir los eclipses y el curso del planeta Venus. Esto les daba un especial poder sobre el pueblo que los consideraba así íntimamente ligados a las deidades.
A Venus la llamaban los mayas Ah-Chicum-Ek', la gran estrella de la mañana, y Xux ek, la estrella avispa. Estrella se dice en maya "ek" y es también el apellido de muchas personas de la región maya.
De los Códices mayas conocidos el de Dresde es esencialmente un tratado de astronomía.
Los calendarios mayas (Tzolkin, Haab y Tzoltun) fueron unos de los mayores logros culturales de ésta civilización y muchos de los acontecimientos estelares se encontraban registrados. Los calendarios mayas poseen la característica de ser cíclicos, es decir, una vez terminado comienza de nuevo el conteo, al terminar se inicia otro y así sucesivamente.
Jose A. Aguilera Rodríguez