Astronomía en la Edad Media.
En esta entrada voy ha hablar sobre la astronomía de la Edad Media, sobre su historia y las obras de un de los personajes mas influyentes, llamado Ptolomeo. Primero voy a empezar con una introducción sobre el tema, luego seguidamente las obras de Ptolomeo y finalmente con unos aspectos de la astronomía en la Edad Media
INTRODUCCIÓN:
-La astronomía griega se transmitió hacia el Este a los sirios, indios y árabes después de la caída del Imperio Romano. Los astrónomos árabes recopilaron nuevos catálogos de estrellas en los siglos IX y X y desarrollaron tablas del movimiento planetario. El astrónomo árabe Azarquiel, máxima figura de la escuela astronómica de Toledo del siglo XI, fue el responsable de las Tablas toledanas, que influyeron notablemente en Europa.
En 1085, año de la conquista de la ciudad de Toledo por el rey Alfonso VI, se inició un movimiento de traducción del árabe al latín, que despertó el interés por la astronomía (entre otras ciencias) en toda Europa.
Los astrónomos árabes más importantes fueron Al Batani (Albategnius, aprox. 858 a 929) y Al Sufi (903-986). El príncipe tártaro Ulugbeg (1394-1449) mandó construir en Samarcanda un observatorio gigantesco. Alfonso X de Castilla (1226-84) hizo confeccionar las así llamadas Tablas Alfonsinas.
En la Escuela de traductores de Toledo se tradujeron las Tablas toledanas y el Almagesto de Tolomeo y, en 1272, se elaboraron las Tablas alfonsíes bajo el patrocinio de Alfonso X el Sabio; estas tablas sustituyeron a las de Azarquiel en los centros científicos europeos.
Al traducirlas munchas de las principales estrellas les dieron nombres especiales que aún hoy se conservan.
Junto a la obra histórica y jurídica, Alfonso X fomentó la traducción de libros astronómicos y astrológicos, en especial de procedencia árabe y judía, traducidos por lo general al latín y de esta lengua al castellano. Entre éstos pueden citarse los Libros del saber de astronomía. La crítica ha aceptado que su labor se redujo, en la mayoría de las ocasiones, a la de organizador, director e inspirador del trabajo.
Los trabajos de investigación y traducción de esta admirable escuela permitieron que obras fundamentales de la antigua cultura griega fueran rescatadas del olvido y transmitidas a la Europa medieval a través de España. A partir de estas versiones, y gracias a las mismas, España transmitió a Europa todos aquellos saberes.
En Occidente, por el contrario, no se registra apenas ningún desarrollo de la astronomía durante este período, y durante bastante tiempo se vuelve incluso a pensar en la Tierra como si fuera un disco. Hasta el siglo XV no comienza una nueva fase, después de traducirse hacia 1150 la obra de Ptolomeo de árabe o del griego al latín. Johannes Müller (llamado Regiomontanus, 1436-76) destacó por reunir nuevas mediciones y observaciones. En 1474 publicó en Nuremberg sus tablas planetarias. Poco a poco surgieron las primeras dudas en torno al sistema ptolemaico. Nicolás de Cusa (1401 a 1464) afirmó en 1464 que la Tierra no podía hallarse en reposo y que el universo no podía concebirse como finito; el mundo, según él, sería como un símil matemático para expresar la omnipotencia e infinitud de Dios. Y también Leonardo da Vinci se cuestionaba los supuesto básicos de la posición central y la inmovilidad de la Tierra.
OBRAS DE PTOLOMEO:
En el sistema geocéntrico ptolemaico existe una deferente y un epiciclo para cada planeta. Este sistema permitía realizar predicciones sobre la posición de un cuerpo celeste
En su obra el Almagesto, escrita alrededor del año 150 después de Cristo, Ptolomeo enlazaba sus propias ideas con las de Platón, Aristóteles, Hiparco y otros filósofos y astrónomos griegos. El compendio resultante no era únicamente descriptivo; sino que también tenía una capacidad de predicción. Por ejemplo, en esa época la Tierra se consideraba que era el centro del universo, y que estaba rodeada por la Luna, el Sol y los planetas, todos ellos giraban en órbitas esféricas llamadas deferentes. A su vez, Ptolomeo imaginó estos cuerpos celestes girando en órbitas menores llamadas epiciclos, cada uno de los cuales estaba centrado en un punto que a su vez viajaba por la línea deferente. Aunque no necesariamente se pretendía representar la realidad, estos artificios matemáticos podían utilizarse de una forma relativamente precisa para predecir la posición de un cuerpo celeste en el cielo en un momento dado.
Esta capacidad de predecir acontecimientos celestes tenía aplicaciones prácticas como las siembras de cosechas, la observancia de las festividades religiosas, o la medida del tiempo. Pero el modelo ptolemaico tenía claramente también un significado filosófico, con un mensaje dirigido a los griegos instándoles a comprender el cosmos y el lugar que la humanidad tiene dentro de él.
Además de sus modelos cosmográficos, Ptolomeo catalogó 1022 estrellas situadas en 48 constelaciones que recibirán el nombre de personajes mitológicos. Este catálogo identificaba cada estrella por su posición en cada constelación ("final de la cola", por ejemplo) con una lista de sus brillos relativos al igual que sus longitudes y latitudes eclípticas. Las constelaciones de Ptolomeo todavía permanecen con nosotros; de hecho dominan nuestras actuales cartas estelares y planisferios.
Gran parte del trabajo de Ptolomeo desapareció en Europa en las décadas siguientes. ¿Por qué sucedió esto? Por un lado las guerras, el declive social y las invasiones germánicas llevaron a una decadencia gradual de la parte occidental del imperio romano, centrado en la propia Roma. En el año 330, dichas presiones llevaron al emperador Constantino el Grande a desplazar su capital a la ciudad oriental de Bizancio o Constantinopla situada en el estrecho del Bósforo en lo que ahora es Turquía.
OTROS ASPECTOS SOBRE LA ASTRONOMÍA DE LA EDAD MEDIA
La astronomía se preservaron durante la edad media en las regiones de habla latina occidentales, principalmente debido a la creciente influencia de la iglesia católica y a su dependencia de las festividades del calendario. Por ejemplo, era importante establecer cuando ocurrían los equinoccios y solsticios puestos que estos momentos se asociaban al nacimiento de Jesucristo y Juan el Bautista. El calendario juliano era la base para los rituales cristianos puesto que muchas festividades religiosas podían establecerse en una fecha determinada independiente de los acontecimientos celestes. Sin embargo, el domingo de Pascua resultaba una excepción importante puesto que los sucesos bíblicos relevantes no estaban basados en fechas específicas del calendario sino a la Pascua judía y ésta estaba asociada a la luna llena.
Otra preocupación de los astrónomos medievales era medir es tiempo para las oraciones monásticas. Además, los monjes estaban implicados en un gran número de fiestas y ceremonias a lo largo del mes, y para ellos era importante llevar un control de sus fechas. No fue Hasta el siglo X, cuando se comenzaron a utilizar comúnmente los relojes de agua, hasta entonces las estrellas eran las guías principales para medir el tiempo por la noche en la mayoría de los monasterios.
Los aspectos filosóficos y políticos de la astronomía seguían siendo considerados en la edad media. Tintes religiosos influían la cosmología, permaneciendo la Tierra en el centro del universo de acuerdos a las leyes divinas. Por esta razón, los clérigos admiraban las ideas platónicas de un creador divino y su énfasis geocéntrico. Otro escritor que influyó el pensamiento astronómico en la edad media fue Martianus Capella (365-440 d.Jc.). En sus populares textos escritos en latín, Capella utilizaban alegorías y poemas para describir las siete artes liberales. En su sección astronómica, Capella presentaba un modelo del sistema solar derivado de fuentes griegas, en el que Mercurio y Venus giraban en torno al Sol mientras que la Luna, el Sol, y los demás planetas orbitaban en torno a la Tierra. Nicolás Copérnico citó posteriormente a Capella cuando desarrolló su famoso modelo heliocéntrico.
Opinión personal:
La astronomía de la Edad Media esta muy interesante porque en esa época se traducen manuscritos de la astronomía para que no se dejen olvidados sobre la cultura de la astronomía de los años anteriores a la Edad Media. Una de las cosas que más me ha gustado es que se haya guardado los nombre de algunas de las estrellas que nombraron las persona de esas época ya que así se puede demostrar que la astronomía existe desde las épocas pasadas y se ha estudiado como otra ciencia sin discriminación ninguna.
Cristina Ramírez Jiménez